Crisis en Canarias

Just another WordPress.com weblog

Un petróleo muy barato

Posted by juanjesus en marzo 24, 2008

Probablemente estemos aún ante los precios del petróleo más bajos que vayamos a vivir en los próximos tiempos. Según Marcos Martínez, aún el precio del petróleo no refleja del todo la escasez física del recurso, sino más bien, por un lado, una práctica de creciente racionamiento por el precio, debido al cual progresivamente dejarían de ir accediendo al mismo los estratos sociales con menos poder adquisitivo; y, por otro, sería fruto del proceso de especulación en materias primas – entre otros factores debido al posicionamiento del capital ante el comienzo de una importante recesión – y consecuencia de la falta de confianza en que otros nichos de inversión han dejado de ser seguros para seguir creciendo.  El precio del petróleo se multiplicó por cinco, en valores nominales, en el periodo desde el año 2002 al 2007, algo insólito prácticamente en la anterior historia del precio de este combustible, exceptuando las situaciones de crisis energéticas anteriores. Pero, como dice Mat Simmons, banquero experto en recursos energéticos, el producto  esencial de nuestra civilización es de los más baratos de los líquidos que hoy podemos encontrar en el mercado: cien mililitros de gasolina siguen siendo hoy, si lo comparamos con otros líquidos como bebidas refrescantes, tonificantes, vino, etc. un producto comparativamente muy barato, respecto a su valor, teniendo en cuenta que aquél es el que  permite que funcione el conjunto de la sociedad industrial y, sobre todo, la globalización y la ingente red de transportes que ha facilitado el comercio mundial, amén de la práctica totalidad de actividades socioeconómicas en las que se basa nuestro empleo y modo de vida, todo ello con los volúmenes de extracción del recurso más altos de la Historia. Todo ello se debe a que el petróleo, junto a los restantes combustibles fósiles, es un “regalo” – aunque finito – de tiempos geológicos pretéritos, depositado en el subsuelo fruto de un proceso de valorización imposible en escala humana, y que ha supuesto un aldabonazo increible que permitió el surgimiento de la sociedad industrial. Colin Campbell estimó que, si calculamos la capacidad de trabajo que despliega el petróleo (no es otra la definición de energía) y la comparamos con trabajo humano físico, el Mundo disfruta hoy de una cifra de 22.000 millones del equivalente a esclavos humanos trabajando veinticuatro horas al día, siete días a la semana, para movilizar y transformar materiales a nuestro antojo, una cifra que Jorge Riechmann coloca en los 130.000 millones, si incluimos todos los recursos energéticos (gas, carbón, nuclear, hidroeléctrica y biomasa, fundamentalmente). El ilustre economista José Manuel Naredo ha calculado que, al menos, cada español utiliza 40 esclavos diarios, lo que hace del precio que pagamos por cada “esclavo” para que nos dé la fuerza de trabajo de la que hoy disponemos, algo bastante más económico que lo que pagamos por la mayoría de los bienes de consumo a los que accedemos. Y accedemos a ellos precisamente porque tenemos energía abundante para procesarlos y adquirirlos. El petróleo ha emprendido una senda de encarecimiento indefinido y probablemente exponencial, con altibajos propios de los tiempos convulsos. Ese proceso cambiará nuestro modo de vida profundamente. Será inevitable que vaya reflejando progresivamente la escasez y el posterior declive geológico, que ya pocos dejan de reconocer, lo que hará que tengamos que dedicar más y más esfuerzos económicos a obtener un líquido que hoy el Planeta consume a razón de 150.000 litros por segundo. Y es que los esclavos energéticos que nos han convertido en virtuales emperadores del consumo de los recursos del Mundo, como afirma Pedro Prieto, se están haciendo cada vez más viejos y escasos. 

Deja un comentario