Crisis en Canarias

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Se desvanece la Reserva de Inversiones de Canarias

Posted by juanjesus en agosto 24, 2009

El estallido de la burbuja inmobiliaria así como las tasas negativas de crecimiento del consumo, etc. están provocando el desvanecimiento de las dotaciones de la Reserva de Inversiones de Canarias, un importantísimo beneficio fiscal en manos del empresariado de las Islas que, de no reinvertirse, deberá ser declarado como ingreso en los próximos ejercicios tributarios.

La «RIC», que sirvió para estimular aún más el mercado inmobiliario, simplificó el PIB de Canarias, incrementando la importancia del sector de la construcción, tanto residencial como turística, contribuyendo a incrementar los ritmos de crecimiento económico de Canarias; y, por lo tanto, a que el archipiélago, por su gran dependencia y monopolio productivo en la economía de los servicios turísticos,  tenga hoy importantes tasas de desempleo y «desinversión» privada.

El «desvanecimiento» de la Reserva de Inversiones (que el empresariado calcula en un 70% en este año) demuestra la validez de las «anotaciones contables» en tiempos de decrecimiento económico.

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La Provincia: Las pérdidas de las empresas gastan la inversión pendiente

La patronal de Las Palmas estima que los balances negativos de las sociedades de las Islas han podido reducir la bolsa de dinero de la RIC hasta en un 70%

A. ZABALETA
Las eventuales pérdidas que puedan estar sufriendo las empresas canarias amenazan con comerse los 4.000 millones de fondos de la Reserva para Inversiones de Canarias (RIC) pendientes de materializar. Cuando una empresa tiene pérdidas un año, éstas se compensan con los beneficios obtenidos, por lo que si esos beneficios son correspondientes a años anteriores pero fueron utilizados para dotar la RIC por esta empresa, serán detraídos de esa bolsa.

Ésta es una circunstancia no suficientemente conocida, pero que podría estar distorsionando a la baja y de forma grave los cálculos que apuntan a que la bolsa de fondos RIC sin materializar contiene 4.000 millones de euros. El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Sebastián Grisaleña, estima hasta en un 70% la disminución que puede haber sufrido esta bolsa.

En todo caso, tanto Sebastián Grisaleña como el asesor económico y vocal de la Cámara de Comercio de Las Palmas José Sánchez Ruano, apuntan a una RIC que, en su reformulación de diciembre de 2007, no ha conseguido reactivarse como instrumento fiscal importante, desligada del mercado inmobiliario. Con la turbulencia de la crisis económica y, una vez que el Gobierno central no atendió la prórroga solicitada por el Ejecutivo canario para la materialización de los fondos, una parte importante del dinero RIC que está siendo invertido se destina a la compra de deuda pública.

Por otro lado, se abre una nueva puerta con las adjudicaciones de los concursos eólicos, pues el reglamento de 2007 contempla expresamente la materialización en activos que contribuyan a la protección y mejora del medio ambiente. Finalmente, hay otras posibilidades poco atendidas, como la inversión en I+D+i o en derechos de uso de propiedad intelectual.

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La nueva RIC evitó crear distorsiones en el mercado inmobiliario, pero ahora se enfrenta a grandes dificultades empresariales

 

José Sánchez Ruano recuerda que la última formulación de la RIC, correspondiente a diciembre de 2007, se encontró con un escollo extra, al tener que hacer frente a una crisis que ha situado a muchas empresas en pérdidas. Además, la prórroga pedida por el Ejecutivo canario fue denegada.

A. Z. D. José Sánchez Ruano, asesor económico y vocal de la Cámara de Comercio de Las Palmas, cree que la reformulación de la RIC propuesta en diciembre de 2007 se encontró con un problema añadido que le ha impedido operar como un instrumento fiscal efectivo: la crisis.

«La nueva RIC intentaba corregir las distorsiones que venía ocasionando en el mercado inmobiliario, pero se ha metido por medio la crisis y ha cambiado todos los parámetros de todos y todo», explica Sánchez Ruano, que no se atreve a hacer un juicio sobre el éxito o el fracaso de esta RIC, que lleva algo más de año y medio en vigor. «Un año no es nada», explica.

Similar opinión tiene Sebastián Grisaleña, que recuerda la importante crisis económica que atraviesa el tejido empresarial canario, lo que lo ha llevado a retraerse en sus iniciativas para la materialización y acudir a lo que parece menos arriesgado. «El año 2008 ya fue un año de poco beneficio, un año en el que el beneficio de las empresas cayó sensiblemente», comienza a explicar Grisaleña, para el que, al fin y al cabo, la inversión en deuda pública no deja de ser positiva. «La compra de deuda pública con RIC ha sido un beneficio para la sociedad», explica el presidente de la patronal.

Hay que recordar que, en vista de estas dificultades pa-ra la materialización de los fondos RIC por la crisis, el Gobierno canario, a través de su consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, propuso al Ministerio de Economía y Hacienda una prórroga de un año, prórroga que no cuajó porque Economía y Hacienda no accedió a la peti-ción que le presentó el Ejecutivo autónomo.

Una de las críticas más importantes que recibió la RIC en su formulación original es que contribuyó a distorsionar un mercado inmobiliario ya in- flado de por sí. La inicial RIC permitía adquirir inmuebles para destinarlos al alquiler durante cinco años, siempre que la empresa que lo hiciera tuviera ese objeto social. Así, se exigía por parte de la sociedad que tuviera un establecimiento y al menos un trabajador dedicado al alquiler. Pero transcurridos estos cinco años, se podían poner a la venta los inmuebles adquiridos con dinero RIC para alquilarlos. Esto creó una verdadera demanda de pisos y el rótulo «apto para RIC» se convirtió en una coletilla común en los anuncios de venta de inmuebles hasta finales del año 2007, cuando se prohibió esta posibilidad.

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